el caso de la mujer bala
19/01/2011
Todo el mundo sabía que era una mujer bala, de esas que entran en tu vida a bocajarro y, cuando te quieres dar cuenta, estás tendido en un charco de imágenes, tal vez por eso la invité a cenar cuando resolví su caso; los del seguro hicieron muchas preguntas sobre cómo encontré el cuerpo de su marido, pero acabaron pagando. Se presentó con un vestido negro, a lo Gilda, y tras una botella de vino, su marido había pasado a la historia por segunda vez. Cuando llegamos a su casa, ya ni siquiera quería saber por qué lo hizo, sin pensarlo, me quité el chaleco antibalas y la besé.
20/01/2011 a las 17:31
Estupendo relato negro. A mí, personalmente, me gustó, lo que pasa es que el concurso es duro de narices.
Saludos
23/01/2011 a las 14:55
tienes razón, el concurso es bastante frustrante, pero me lo tomo con deportividad, jejeje. Por cierto, el madrid de tu blog se parece mucho al madrid que me gusta.
24/01/2011 a las 09:14
Muy bueno, lo del chaleco antibalas me ha encantado.
25/01/2011 a las 00:06
Santamaría pues si te gusto el Madrid de mi blog, te invito a que visites mi otro blog. En él también hago mis pinitos como microrrelatista, con mayor o menor fortuna.
Saludos
25/01/2011 a las 20:10
Ella era una mujer bala pero él no era tonto del todo.
Muy bueno. El concurso de la SER es eso, un concurso. A mi me sirve de entrenamiento.
Te he conocido por el proyecto de Clara Varela.
Iré viniendo por aquí.
Un abrazo
26/01/2011 a las 21:34
Lo del chaleco antibalas es lo que da el punto al relato.
Y sí que es duro el concurso, sí.